lunes, 20 de noviembre de 2017

El Wachuma y la plantas maestras en su uso contemporáneo.

El conocimiento del ser humano sobre el uso de plantas maestras o enteógenos, trasciende los límites de nuestra sociedad actual. Sabemos que su uso estuvo presente en todas, o casi todas las culturas ancestrales de nuestra historia. Y que están presentes dentro del uso común de los pueblos indígenas, o a menos en quienes se dedican a suministrarlas como son los xamanes, curanderos y aprendices.
En el mundo globalizado, su uso no ha dejado de existir, muchas veces reemplazado por productos químicos, derivados de estas mismas plantas, siendo utilizadas fuera del contexto sagrado que implica el vincularse con ellas. Este hecho, junto con los demás problemas sociales, han desencadenado un fenómeno mundial de reencuentro con nuestra memoria ancestral. En este contexto las plantas maestras juegan un papel fundamental, porque nos permiten bio decodificar pensamientos antiguos, y recibir el conocimiento directo del universo.
El Wachuma en especial, nos vincula mucho con la parte sagrada del mundo material, traemos el cielo a la tierra. Nos permite sentir la energía vital de cada elemento, de la tierra, el sol, el agua, integrándonos como un solo ser. Tiene un efecto directo sobre la glándula del Timo, ubicada cerca del corazón. Sanamos nuestro corazón, nuestra memoria afectiva y tejemos nuestros sueños.
Sabemos que las plantas maestras nos permiten sanar o superar enfermedades diversas. Las adicciones, es solo otra forma de llamar al apego. La humanidad entera nos estamos liberando del apego, para seguir en el proceso evolutivo que hoy se nos permite. Estamos en la nueva alborada de luz, o nueva era. Las plantas maestras nos ayudan a desarrollar nuestra conciencia, amplificar nuestros sentidos, para que pueda enraizarse en nosotros esa nueva frecuencia vibratoria, que es a la vez el potencial que tenemos en nosotros mismos.


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